12 Jan
12Jan

       Desde hace algunos años, una década y media quizá o un poco más, la televisión ha comenzado a vivir su nueva época dorada. Series como Los Soprano, Breaking Bad, Misfits, Mad Men, The Walking Dead, Game of Thrones, Vikings, Stranger Things entre tantas otras han sido una verdadera sensación mundial y han tenido una influencia en la cultura popular inimaginable, y quizá incomparable con ninguna otra época de la historia de la televisión, gracias a la facilidad de acceso a dichas series hoy en día. Y es que todas estas series televisivas ya se pueden consultar en cualquier momento desde prácticamente cualquier lugar del mundo siempre y cuando tengas acceso a internet.

Más allá de contar con buenas historias, estas series han tenido un impacto más fuerte en la cuestión social, pues los protagonistas ya no son precisamente los héroes o los hombres modelo. En esta reciente época dorada de la televisión los protagonistas son tan variados y complejos que son tan atractivos para los seguidores de todo el mundo. Breaking Bad es un buen ejemplo, pues el protagonista es un profesor de química, interpretado por Bryan Cranston, que es diagnosticado con cáncer, al ver que no tiene suficientes ahorros para poder dejarle a su familia, decide inmiscuirse en el mundo de la producción y venta de drogas ilegales, específicamente la metanfetamina. Durante la serie el espectador es testigo de la transformación del personaje principal y de todos los personajes secundarios no menos interesantes, como el increíble Jesse interpretado por Aaron Paul y el abogaducho corrupto Saul Goodman interpretado por Bob Odenkirk y que ya cuenta con su propia serie producida por Netflix.

Pero venga, que este post no es para hablar de Breaking Bad, ya habrá momento de centrarnos en esa serie. Pero es necesario contextualizar el momento que vive la televisión para poder situar esta serie. Black Mirror, es una serie creada por Charlie Brooker y que tuvo cierto impacto en Europa donde fue producida, hasta ganar algunos premios, como el Emmy a mejor miniserie. La primera temporada se estrenó en 2011 y la segunda en 2013, a pesar de que cada una cuenta con tan sólo tres episodios. Fue hasta el año pasado que el gigante de la televisión por streaming, Netflix, anunció que produciría y transmitiría la tercera temporada, la cual contendría seis capítulos. Y es que fue este acuerdo con Netflix el que logró que Black Mirror tuviera aún más impacto entre los espectadores del mundo.

En Black Mirror cada capítulo es ajeno de los demás; son distintos personajes, lugares e incluso líneas del tiempo. Es pues, lo que algunos críticos llaman, una serie “antológica”. La serie es una crítica de nuestra relación como seres humanos con la tecnología. El título es una referencia a esos “espejos negros” que nos rodean; en nuestro televisor, teléfono, tableta electrónica, el computador y cuantos dispositivos electrónicos poseamos.

 A continuación, trataré de desmenuzar los episodios de la primera temporada y dar mi opinión de ellos. El primero es el titulado The National Anthem escrito por el mismo Charlie Brooker y que se transmitió por primera vez el 4 de diciembre de 2011 con una audiencia de más de dos millones de personas en Reino Unido.

The National Anthem es un episodio en el que el protagonista de la historia, el Primer Ministro del Reino Unido, Michael Callow, interpretado por Rory Kinnear, es informado de un video que subió a Youtube, en el cual se muestra a la hija de la Reina secuestrada. Para poder salvar a la Princesa, el Primer Ministro tiene que tener relaciones sexuales con un cerdo en vivo por televisión nacional. De lo contrario, la princesa muere. El episodio es pues, una búsqueda incesable de opciones para que esto no suceda, pero al fracasar en todas las opciones posibles y de no localizar al usuario que colgó el video original en la red, el Primer Ministro decide aceptar la amenaza y hacer lo que el secuestrador exige.

Para empezar, el secuestrador, al cual el espectador nunca logra conocer, no es cualquier secuestrador. Es un personaje que es especialista en el manejo de las tecnologías, pues nunca logran descifrar su locación, además de que es un secuestrador para el cual es más importante demostrar algo que obtener dinero o un bien material a cambio. Algo muy parecido con el Joker de Heath Ledger en The Dark Knight de Christopher Nolan.

¿Qué trata de demostrar el secuestrador? Este personaje al cual nunca conocemos demuestra desde mi perspectiva algunas cosas como a) que el poder de las redes sociales para exigir y exponer una opinión puede ser más fuerte de lo que se pudiera pensar. Pues es que, en este episodio, son las redes sociales por donde las personas aprovechan para exponer sus opiniones y lo que consideran su Primer Ministro debería hacer por salvar a la Princesa.

b) El poder ya está sucio, y ni siquiera con todas las leyes a su favor son capaces de acceder a lo que se considera desde hace algunos años como la democracia perfecta, el Internet. En este episodio el secuestrador nunca logra ser localizado, y sólo existe por haber sido registrado alguna vez como usuario en Youtube. Este problema por combatir a los anarquistas (Cyberpunks) que postulan sus ideales y cometen sus acciones por medio del internet no se ha podido solucionar desde los países más poderosos como Estados Unidos o el mismo Reino Unido. Personajes como Julian Assange, creador de Wikileaks y que desde hace años ha peleado por el acceso totalmente libre a la información y que ha filtrado información que pone en peligro a países tan poderosos como Estado Unidos aun es libre y busca asilo político en Ecuador.

c) La televisión ya no tiene el impacto sobre las personas como lo tenía antes. Este punto está totalmente relacionado con los anteriores, y es que por más que las televisoras intentan no difundir la noticia del secuestro, el suceso logra ser conocido por casi toda la población del Reino Unido gracias a la difusión de la copia del video original subido a Youtube. Este punto es importante porque cuestiona hasta qué punto la televisión sigue teniendo un peso sobre la opinión de las personas cuando el acceso a la información por internet es más sencillo para todos.

d) El pueblo aún tiene peso sobre el grupo en el poder. Es decir, la opinión de las personas tiene importancia, y es necesario informarse de lo que sucede en el mundo y en el propio país en el que se vive. Sólo informándose, el pueblo logrará crearse una opinión que luego será necesario expresar, y este conjunto de opiniones tendrá o deberá tener peso sobre las decisiones del grupo en el poder.

 Y por último el punto e) el cual no es muy agradable. Este punto último punto demuestra que la población a pesar de no ser ya muy afín de la televisión, aun se puede dominar de otras formas. El escándalo, el escándalo a cualquier nivel siempre distrae grandes masas. Qué mejor que un escándalo que implique a la Princesa en riesgo de morir y al Primer Ministro teniendo relaciones sexuales con un cerdo. Este escándalo en el episodio logra que todas las personas a las 4 de la tarde estén atentas a un televisor para ver al Primer Ministro “salvar” a la Princesa. Mientras todas, todas, todas las personas están mirando la televisión, el secuestrador se da la libertad de recorrer las calles de Londres media hora antes del suceso a nivel nacional y liberar a la princesa. Nadie nunca se dio cuenta de ello porque estaban más distraídos por el hecho de ver al Primer Ministro humillarse que en saber qué pasaría con la Princesa.

Los puntos que presento puede que no sean los únicos, pero al menos son los más visibles a la vista del espectador, y es que es una de las cosas maravillosas de esta serie, ya que te permite darle varias interpretaciones a cada capítulo desde distintas perspectivas.

El segundo episodio de la temporada, y por mucho el mejor, es titulado Fifteen Million Merits. En este episodio el protagonista, Bing, vive en una especie de realidad en la que todo es virtual. Las paredes de su habitación son pantallas gigantes en las cuales tiene acceso a todo, y es que en esta realidad la gran inmensa mayoría de las cosas son virtuales. En esta realidad tienes que pedalear una bicicleta en un tipo de gimnasio comunitario para obtener Merits (méritos), los cuales son el dinero virtual con el que consiguen todo. Bing, conforme pasa el tiempo se da cuenta de que no vive a gusto, y que la sociedad y el tipo de vida del que es participe no están del todo bien. Un día conoce a una chica y por casualidad la escucha cantar. Al escucharla, considera que ella debe participar en el Reality show, Hot Shots, y así ella pueda acceder a una mejor calidad de vida. Bing, decide donarle sus quince millones de méritos para que ella pueda pagar el boleto para participar en este Reality, pero resulta que no es tan buena cantando, pero sí excelente para la industria porno. Desde aquí, el protagonista busca consumir la menos cantidad de cosas y pedalear sin descanso para conseguir otros quince millones de méritos, así él podrá participar y expresar lo que siente está tan mal en el mundo en el que viven.

A grandes rasgos esa es la historia, pero nada despreciables son las actuaciones. Es un episodio en el cual casi no hay diálogos, toda la historia se va cuenta a través de las acciones de Bing, es decir de sus consumos virtuales de cosas, pues no hay nada más qué hacer. El ritmo a muchas personas les podrá parecer lento por esta cuestión, pero es un capítulo al que hay que tenerle paciencia, pues es sin duda una de las críticas más certeras que se pueden encontrar de nuestra contemporaneidad.

Este episodio tiene gran cantidad de críticas, y trataré de enlistarlas a continuación. a) Para poder obtener dinero hay que pedalear en un gimnasio. ¿Suena raro? No, no realmente, porque es una forma de demostrar que obtenemos cierto “poder” a través del hacer ejercicio no por nosotros, sino por los demás y que se nos acepte. Lo anterior se demuestra en la forma en que se trata a las personas obesas en el episodio, ya que si no son buenos en la bicicleta son expuestos en trajes amarillos y su única misión es limpiar la basura de los que sí se ejercitan, además de ser los villanos en el videojuego más popular del episodio, en el cual el jugador tiene que disparar con una escopeta a las personas con sobrepeso.

b) Los medios virtuales moldean nuestro pensamiento. Esto se demuestra en la actitud que tienen algunas personas en esta realidad hacia los obesos gracias a los videojuegos o los programas de televisión, sin embargo, otras víctimas de estos estereotipos y odios que se difunden a través de los medios virtuales son las mujeres, gracias a la pornografía.

c) ¿Por cuántas cosas pagamos hoy en día y no poseemos nada? Es otra crítica de este episodio, pues de manera imparable compramos cosas virtuales y nunca poseemos nada físicamente. Música, películas, libros, software, juegos, todo. Ahora todo se paga y se descarga. ¿Tiene sentido? Qué cada quien piense lo que quiera.

d) La industria del entretenimiento no es nada justa ni existe la moral. El ejemplo perfecto es cuando a Abi, la mujer a la que Bing le regala sus quince millones de méritos, acude al programa de talentos para cantar, y en el cual los jueces en vez de enfocarse en su voz, sólo lo hacen en su cuerpo y al terminar su show, lo mejor que le pueden ofrecer es un protagónico en las películas pornográficas de uno de los jueces. Es lo más a lo que puede aspirar una mujer bonita…

e) Los medios te consumen, sí o sí. Este es el punto más triste y decepcionante del episodio, pues cuando al fin logra obtener sus nuevos quince millones de méritos, el protagonista se presenta ante los jueces del show, sin embargo, su show no es uno cómo tal, sino que llega hasta ahí para dar un discurso sobre lo que piensa está tan mal en el mundo, pues su amiga quien tenía una hermosa voz, a lo más que aspiró fue a actriz porno. Con este discurso los jueces, mucho más inteligentes, quedan incrédulos y fascinados, no obstante, logran hacer de este discurso “sincero” un producto más qué vender. Así, es como el protagonista decide que es mejor venderse y comenzar una carrera dando discursos virtuales para motivar a los obesos a hacer ejercicio.

 Este episodio es una crítica a muchas aristas de nuestra vida, a nuestros consumos sin sentido de cosas inexistentes, de nuestro consumo excesivo a cualquier cosa que nos ofrecen, a que nuestras mayores aspiraciones sean ser una estrella o participar en un show de televisión, a que cuando sentimos algo real no lo defendemos y la mayoría de las veces cedemos ante el que tiene el poder, sin importar que vivamos infelices y sabiendo que las cosas no están bien.


El tercer y último episodio de la temporada es titulado The Entire History of you, y es el único de todos los que se han transmitido que no fue escrito por Charlie Brooker, sino por Jesse Armstrong. También es el que menor cantidad de espectadores tuvo en Reino Unido, no llegando ni siquiera al millón. Todo lo anterior no son sólo datos aleatorios, sino que se reflejan en el episodio, ya que es el más flojo de todos y quizá el que menos crítica hace, así como el que tiene menor calidad en las actuaciones y en la solidez de la historia.

El episodio The Entire History of you, tiene como protagonista a Liam Foxwell, un adulto joven casado que tiene sospechas de que su mujer lo engañó. En la realidad de este episodio, las personas tienen un dispositivo insertado dentro de su cabeza, justo detrás de la oreja, el cual graba y archiva todo lo que la persona mira. Por medio de un control, los personajes pueden ver todos sus recuerdos cuando quieran y archivarlos de manera que les parezca más adecuada, así como también tienen la posibilidad de transmitir estos recuerdos en una pantalla para que otras personas los miren. Es en base a esto, que el personaje principal comienza a revisar todos sus recuerdos donde aparece su esposa, y se obsesiona con su lenguaje corporal y su tono de voz al hablar de él, y de Jonas, el hombre con el que sospecha lo engaña. Es así como Liam comienza a perder el control y obsesionarse más y más con revisar el comportamiento de su mujer, y que empieza a interrogarla y a pedir opinión sobre dichas sospechas con las demás personas que los conocen.

El capítulo pues, no deja de tener algunas críticas importantes como a) que el registro continuo de cosas que vivimos quizá pueda convertirse en un peso que a lo mejor aún no estamos dispuestos a entender.

Y b) que la adquisición de gadgets cada es tan personal que incluso nos modifica cómo seres humanos, y modificará nuestras relaciones con el mundo y la vida, y esta modificación no será necesariamente para bien.

A manera de conclusión se puede decir que Black Mirror es una crítica que busca darle prioridad a la historia y al mensaje que quieren dar, antes que presentar una serie más para el consumo sin sentido del espectador. Esta primera temporada comienza bien, mejora de una manera increíble con el episodio dos, sin embargo, cae con el último. No quiere decir que no sea bueno, pero después de ver los dos primeros episodios, el espectador tiene la vara para medir muy en alto, y este último episodio no la alcanza, quizá sea porque es el único de las tres temporadas que no fue escrito por el creador, Charlie Brooker. A pesar de todo, es necesario mirar Black Mirror, no porque todos vayan a hablar de ella, pues no es tan sencilla para cualquier público, pero si le damos la oportunidad nos permitirá reflexionar nuestra vida y nuestras decisiones a futuro con nuestra relación con la tecnología.

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