18 Aug
18Aug

            Esta es la nueva película de Edgar Wright, un director muy joven quen nos ha entregado movies cómo Scott Pilgrim vs the world o Shaun of the dead. Y es una película de la cual se ha estado hablando mucho en los últimos meses no sólo por el director, sino también por el elenco con el que cuenta, pues en él se incluye a Kevin Spacey que sobra decir el gran actor que es y que, si eres de esos despistados, sí, sí es el de House of Cards. También cuenta con la participación de Jamie Foxx, recordado por Django y Jon Hamm, de la multiaclamada Mad Men. Es un elenco que también está conformado por algunas sorpresas (para bien) como Eiza González y Lily James. Ah, y el protagonista Ansel Elgort quien da vida a Baby.

La premisa de la película no es muy original, hay que decirlo. Es sobre un joven (Baby) que tiene una deuda con la mafia, conoce a una chica y por consiguiente quiere saldar todas sus deudas con la mafia para poder salir y vivir tranquilo. Sí, lo dedujeron bien, recuerda mucho a Drive (2011) de Nicholas Winding Refn. No obstante, la historia es entretenida y tiene un estilo propio. Basta verla apenas unos 15 minutos para darte cuenta de que es una mezcla agradable entre Drive y Scott Pilgrim.

Sin embargo, no todo me pareció tan cool. Es cierto, disfruté mucho esta película, pero no es la “película del año” como muchas personas se atrevieron a decir. De verdad quiero ser objetivo con lo que diré y espero que se entienda así.

Mi primer problema es el protagonista. En mi opinión creo que Ansel Elgort, a quien recordaran por su papel de moribundo en Bajo la misma estrella (2014), no da el ancho para una película de este tipo. Su personaje es muy bipolar, no entiendo que en la mayoría de las escenas apenas tenga diálogos, algo que en mi opinión también tomaron del papel de Ryan Gosling en Drive, y que de la nada sea el protagonista más chistosito que se la pasa bailando y cantando por las calles o en casa. Enserio, no tiene la capacidad de expresarse por medio de su cuerpo, como sí la tiene Gosling, y tampoco tiene el carisma de Michael Cera en Scott Pilgrim. Simplemente es un niño con cara de estreñido que de repente se hace el chistosito.

Otro de mis problemas, no es directamente con la película, sino con las personas que la vieron y alaban tanto el soundtrack. Es cierto, es muy importante la selección de películas para la cinta, entorno a ella gira la trama, sin embargo, no es tan buena. Y una película de este tipo con un soundtrack de estas características tiene que ser comparada, sí o sí, con el cine de Tarantino. Este es el director que puso de moda el usar grandes canciones de la cultura pop del siglo XX como soundtrack en escenas claves de sus películas. Es algo que se retomó hasta en el cine actual de superhéroes en donde Guardianes de la galaxia (2014) y Escuadrón suicida (2016) son el más claro ejemplo.

Comparemos la cantidad de canciones que se usan esta película con las que se usaron en Pulp Fiction (1994), sí, son más, y se debe a la saturación de canciones en la película, que no fastidia, pero que no es tan buena como las de la cinta de Tarantino. Basta decir que la escena en donde el personaje de Mad Mansen en Perros de Reserva (1992) le corta una oreja a un policía, mientras de fondo se escucha Stuck in the middle with you es mejor que cualquiera de las escenas de Baby Driver en donde se use una canción pop para aligerar un momento violento.


E insisto, sé que la comparación es brutal porque Tarantino es un director único, pero es el referente máximo para este tipo de películas.

Sin más, esta es mi opinión de Baby Driver, una película que disfruté de verdad pero que los comentarios en torno a ella son demasiado positivos y pueden tender a engañar al gran público.

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