20 Mar
20Mar

             Trainspotting 2: La vida en el abismo, como fue titulada al castellano, es una película basada en la primera película de Boyle, y en la novela de Welsh, Porno, que también es una continuación de la primera novela, pero 10 años después.        

20 años tuvieron que pasar para poder ver la secuela de Trainspotting (1996), la cinta noventera de Danny Boyle, que buscó romper con el sistema de lo correctamente establecido. Basada en la novela homónima de Irving Welsh, esta primera entrega, nos presentaría a personajes icónicos que quedaron marcados en la cultura popular. Renton (Ewan McGregor), Spud (Ewen Bremner), Sick Boy (Jonny Lee Miller) y Begbie (Robert Carlyle), son el grupo de amigos jóvenes y drogadictos que protagonizaron la primera entrega y que miramos en esta segunda, 20 años después.

Esta segunda entrega comienza su historia con el regreso de Renton a Edimburgo después de pasar 20 años en Ámsterdam. Su regreso desencadena la historia que miramos en el filme, en donde a algunos pone felices y a otros no tanto.

La película ha tenido críticas variadas, mientras unos no se deciden si es mala, otros aseguran que es buena, no como la primera, pero es buena. Creo que es una película que se debe entender en su contexto.

Trainspotting 2, es una película que busca demostrar que las cosas han cambiado mucho en 20 años. La tecnología, las drogas, la juventud, la música, el futbol, la migración, todo. Todo ha cambiado y parece ser tan diferente este mundo al de hace apenas 20 años.

Si bien, Danny Boyle nos ha regalado grandes películas como Slumdog Millionaire, The Beach o la misma primera parte de Trainspotting, esta segunda parte no llega a ese nivel de innovación y frescura en cuanto a historia o narrativa. No obstante, no deja de ser una buena película.

Muchos críticos han escrito que el directo se colgó de la nostalgia, que se fue por el camino fácil al enfocarse tanto en hacer de ésta, una película que haga recordar muchas cosas al espectador. Yo creo que Boyle no se cuelga de esta nostalgia para vender su película, sino que esta nostalgia y el demostrar cuanto ha cambiado el mundo es su mensaje principal. El clásico intro de la primera parte, aquel en donde se escucha la voz en off de Renton burlándose y quejándose de la sociedad consumista, aún mantiene el mensaje 20 años después, sólo que se ha agravado la situación. Ya no sólo es “Escoge un auto, un televisor grande y una familia”, ahora es también; “Existe en internet porque si no, no existes, consigue seguidores, likes. Sube fotos de mentiras presumiendo ropa y artículos sin sentido.” El tener un auto, un televisor o una familia ideal ya no bastan, ahora hay que presumirlos por internet.

De esta manera, Trainspotting 2: La vida en el abismo, es una película buena, no la mejor de Boyle, pero buena. Una película diferente a casi cualquier cosa que se proyecta hoy en día en las salas comerciales de cine. Una trama diferente, inconforme, y que busca incomodar al espectador, hacerle ver y pensar cómo ha vivido los últimos 20 años. Y, si bien no logra incomodar y plantear una postura nihilista de manera tan acertada como la primera entrega, aun así, logra dejar en claro que seguimos podridos.


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