12 Jun
12Jun

            Todos nos hemos dado cuenta de lo saturadas que están las salas de cine con Blockbusters de superhéroes. Desde Marvel hasta DC, pasando por otras de tipo más independiente, si es que podemos decirlo así, como Kick Ass (2010), me tienen cansado. Me tiene harto ver prácticamente la misma fórmula desde hace años. Al principio fueron muy emocionantes, es cierto, pero últimamente es difícil mirarlas porque sabes exactamente qué pasará, aunque sea una nueva entrega.

¿Qué tanto más puede aportar el cine de superhéroes? Yo creo que muy poco, sin embargo, aún hay cositas. Quizá un ejemplo reciente sea la frescura que trajo Guardians of the Galaxy (2014) con personajes desconocidos y un soundtrack muy cool. Pero la historia, agh, la historia se mantiene predecible.

Hace un par de semanas se estrenó Wonder Woman y la fui a ver, sí, aunque me queje voy al cine a verlas, y la verdad es que quedé un poco impresionado, sin saber exactamente por qué. Hubo algo que no parecía normal, no, no era la historia, siempre supe por dónde iría, era otra cosa. ¡Ah, lo noté, el protagonista es una mujer!

¿Cuántas películas de superhéroes he mirado en los últimos 10 años? No lo sé, y me da flojera ponerme a contarlas, pero aseguro que son muchas, como quizá ustedes también. Y, no obstante, en ninguna había sido protagonista una mujer. Cierto, Black Widow jugó algunos momentos importantes en las cintas de The Avengers y en las cintas propias de otros superhéroes, pero nunca fue la protagonista.

Pero ahí no paré de sorprenderme, la película fue dirigida por una mujer, ¡una mujer!

Patty Jenkins fue la encargada de llevar a la pantalla la historia de la Mujer Maravilla y hacer actuar a Gal Gadot. Demonios, ¿se dan cuenta de lo importante que es esto? Ya no solo piensen en los directores de las otras cintas de superhéroes, piensen en sus directores de cine favoritos… ¿Cuántos fueron mujeres y cuántos hombres? Exacto.

Venga, que no quiero crear una disputa de sexos, no es mi intención. Pero es importante ponernos a pensar en si en el mundillo podrido del cine existe igualdad. No, obvio no la hay.

Pero la cosa no termina con saber que la protagonista y la directora son mujeres. Hay que pensar en cómo es utilizada la Mujer Maravilla, el cuerpo de Gal Gadot pues. En ningún momento de la película, o ninguno que yo recuerde hasta ahorita, se utilizó su belleza física para denigrarla como mujer o llamar la atención de los hombres. Llamó la atención de hombres y mujeres por igual, sin cosificarla.

Sí, usa una armadura pequeña a comparación de los superhéroes hombres, pero en mi opinión es por mantener la tradición del personaje, tanto como seguir poniéndole calzoncillo por fuera a algunos superhéroes hombres. Absurdos ambos, sin duda. Sin embargo, reitero, la armadura que lleva en ningún momento intenta vender sólo un cuerpo, y las tomas del fotógrafo de la película son otro punto importante, como lo mencionó Fernanda Solorzano en su programa de Youtube para Letras Libres, nunca intenta dar enfoques sexistas. Sí enaltece la belleza de Gal Gadot pero sin caer en lo absurdo que quizá si han hecho con la Viuda Negra.

¿Es sólo suerte todo esto? No lo creo, y aplaudo lo que hizo DC en esta película. Si bien la película como historia no aporta nada nuevo a lo que ya hemos visto en este tipo de cine, la propuesta de darle la película a una mujer para que dirija a otra mujer como la protagonista es un punto importante. No sé, puede ser el inicio de una igualdad no sólo en el cine, sino que se extrapole más allá, a final de cuentas es el objetivo del cine, tener una influencia en la audiencia más allá de sólo entretener, pero para ello tenemos que empezar a pensar lo que vemos, leemos y escuchamos.

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